"Los viajes se disfrutan tres veces. Cuando los preparas. Cuando los vives. Y cuando los recuerdas. Pero hay algunos otros que se disfrutan cinco veces, añadiendo a las anteriores cuando los escuchas, y cuando los lees". Estas rutas por los pueblos abandonados de la provincia de Huesca se disfrutan mas si antes te lees "La Lluvia Amarilla" de Julio Llamazares, y lo haces escuchando a Labordeta cantar esa canción de "La Vieja".
LA ESENCIA DE LA RUTA
Ayer anunciaban anticiclón. Seguimos confinados en la provincia de Huesca.
Los de las ciudades de Zaragoza y Huesca siguen confinados en sus términos municipales (los de Teruel también pero no se sabe si esa ciudad existe o es una leyenda que escribieron "dos Amantes" los de Teruel).
Mientras llega o no la dichosa vacuna se hace necesario darle a nuestros pulmones aire puro. Había que buscar alguna excursión cercana y bonita. ¿Dónde?
Eso de las redes sociales tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero para este caso vinieron que ni compradas de encargo. Mi amigo y excompañero Fernando, con quien tuve el honor de patrullar la última noche por el casco urbano de Huesca tras la sombra nocturna de un posible ladrón de coches -aunque de eso ha hace algunos años antes de pasar yo a las filas enemigas de los secretarios de ayuntamiento- colgó el otro día en Facebook fotos recordando su visita hace un tiempo a Ainielle y su admiración por la novela "La Lluvia Amarilla" de Julio Llamazares. Y yo que para la literatura soy un poco descreido e iconoclasta a lo Unamuno, procuro no dejarme llevar por los beneplacitos de la crítica, pero respecto de la "Lluvia Amarilla" he de decir que me dejo llevar por el arrastre de la corriente general y me uno a la admiración por esta novela que he leído varias veces y siempre me ha emocionado (quien quiera la novela recomendarìa comprarla en un librero de proximidad, yo si me la compro iré a la Librería Anónima de la calle Cabestany que creo que es la que más hace por la literatura oscense; pero si la quereis en formato pdf la teneis en este enlace http://foruq.com/libros/Drama/La-lluvia-Amarilla-Julio-Llamazares.pdf)
De ese "piazzo" de novela destacaría ese párrafo que se refiere al momento en que el protagonista, Andrés (de Casa Sosas) cava su propia tumba en el cementerio de Ainielle entre la de su mujer Sabina - a la que encontró tiempos atrás, un dia de nieve, ahorcada junto al molino con la perra tumbada a sus pies-, y la de su hija Sara. Dice así:
Yo mismo la he cavado esta mañana, entre la de Sabina y la de Sara, con mis
últimas fuerzas y la única ayuda de una pala. Antes, tuve que desbrozar con una
hoz las zarzas de la entrada y la espesa red de ortigas y matojos que cubrían por
completo el cementerio. Desde el entierro de Sabina, no había vuelto a entrar en él.
Cuando la vean —si pasa mucho tiempo, quizá llena de nuevo de ortigas y de
agua—, más de uno pensará que, como se decía, Andrés, de Casa Sosas, el
último de Ainielle, ciertamente estaba loco. ¿Quién, sino un loco o un condenado,
sería capaz de cavar su propia tumba instantes antes de morir o de ser ejecutado?
Pero yo, Andrés de Casa Sosas, el último de Ainielle, ni estoy loco ni me siento
condenado, salvo que sea estar loco haber permanecido fiel hasta la muerte a mi
memoria y a mi casa, salvo que pueda realmente considerarse una condena el
olvido en el que ellos mismos me han tenido. Si he cavado mi tumba, ha sido
simplemente para evitar ser enterrado lejos de mi mujer y de mi hija.
Como decía al principio, previsión de anticiclón, y confinada Huesca a la que no podemos entrar salvo que nos saltemos los controles (y aunque nos conocemos todas las sendas y caminos que entran a Huesca y podríamos saltarnos el confinamiento de entrada, para ir a tomar un café a algun bar, decidimos ser ciudadanos concienciados con la gravedad del momento y huir al aire puro de la Sierra de Aineto. Lo de saltarse los controles para entar en Huesca ya lo hacían en la Guerra Civil los rojos que cercaban la ciudad de Huesca, y entre ellos apostaban a ver quien atravesaba las trincheras de los nacionales e iba a tomar café a las Cuatro Esquinas al bar de Pacualito y a ser posible acariciar al perro que tenían como mascota en el bar; perro que era conocido en toda la ciudad por acompañar a los camareros cuando iban a ver peliculas al cine Odeón, como afirma en su libro "Pequeña Historia de Huesca" el que fuera alcalde de Huesca Jose A. LLanas Almudebar conocido en estos lares como el Pipas. Dicho libro puede encontrarse en este enlace https://issuu.com/diputacionprovincialdehuesca/docs/peque_a_historia_de_huesca
Y a falta de Ainielle -visita que la reservamos para cuando vayamos mudados y vacunados-, un territorio en el que abundan pueblos hoy deshabitados y en los que la historia de Andrés el de Casa Sosas de Ainielle seguro que se repitió de forma parecida, son los de la solana de la Sierra de Aineto, del valle de Nocito, detrás de Guara. Igual podiamos ir a hacer alguna de las rutas circulares de los pueblos deshabitados del Valle de Nocito. El año pasado fuimos a la de Bentue, Azpe, Abellada, Used, ruta que la recomiendo mucho pero cuando ha helado porque las pozas y las pequeñas cascadas de los dos barrancos están congeladas y son espectaculares. Hace tiempos hicimos la otra que a mi me gusta más pero que hay que llevar bastante agua si no quieres pasar sed, que es la de Otin y Nasarre, la última vez que estuvimos por allí con Pili, Félix y Carmen acabamos bebiendo agua de un charco. Esta vez decidimos hacer la de Bibán, Binueste.
Hacer las cosas deprisa y corriendo no son buenas consejeras, pero la decisión de hacer este recorrido sustituyendo a la futura visita de Ainielle me hizo cometer un error de novato y bajarme del wikiloc tres rutas que hacian ese recorrido. No me di cuenta que la primera de ellas era mas larga, la que va por el pueblo de Miz. Eso alargó la etapa 3 kilometros más. Unido a que perdimos bastante tiempo cogiendo setas negrillas para hacer croquetas, nos obligó a ir mas rápido, pues solo llevabamos una linterna y en esta época anochece pronto. La próxima voy con linterna frontal que da mas tranquilidad.
Algo que no quiero dejar de mencionar es que estos valles del Prepirineo oscense presentan una caracteristica constructiva especial, sus tejados. Son tejados de losa de piedra. No hay arcilla por la zona y por lo tanto ni el ladrillo ni la teja eran faciles de conseguir. Y tampoco había pizarra como en los pueblos del Pirineo. La losa de piedra pesa mucho más que la pizarra o la teja. Por eso cuando se pudre algún madero que sostiene el tejado, la ruina de la edificacion es rápida, las propias losas rompen el suelo del piso inferior. Recomiendo visitar los pueblos del valle del Garona y el Gallego, cerca del Pantano de la Peña. Son los pueblos de Bentué de Rasal, Rasal, Caldearenas, Ena, Botaya, etc, allí como la carretera es mas o menos buena se han conservado sus casas y sus tejados, siendo pueblos con un encanto especial. Lo mismo debían ser estos del Valle de Nocito antes de que la emigración hacia las ciudades dejara sin nadie que arreglar una gotera. Como ejemplo un botón esta foto siguiente es del tejado del Molino de Bara, mirar como se colocan estas losas en los tejados
Tejado de Losas de Piedra. Molino de Bara. Habitual en el Prepirineo oscene |
Y AHORA INFORMACIÓN DE LA RUTA
La ruta empieza en Bara que es el pueblo donde finaliza la pista asfaltada que viene de Nocito (para quien lea esto y no sea de Huesca, Nocito está en la provincia de Huesca, a escasos 40 kilometros de la capital, aunque como la carretera es estrecha y tiene muchas curvas cuesta llegar una hora. Pero incluso aunque llegaras a Nocito y no te bajaras del coche el viaje merecería la pena, el paisaje que vas a ver no se olvida. Y si lo haces en invierno cuando la punta de Guara esta con nieve igual decides quedarte para siempre en Nocito. Y ya no digo nada si tienes la suerte que tuvimos nosotros de ver dos corzos a escasa distancia)
La senda está marcada con señales verticales en los desvios. Para cogerla conviene subir hasta la parroquia de Bara que esta en lo alto. Eso nos permite ver su paisaje hacia el sur. A mi siempre me han parecido de especial interés los cementerios de los pueblos autenticos. De ellos puede deducirse la vida de esos pueblos y el de Bara habla de resurgimiento.. nada que ver con el cementerio de hace decadas.. el asfalto de la pista ha traido la civilización aunque sin excesos. Cuando haces el Camino de Santiago observas que en aquellos pueblos en los que parece que han podido elegir la ubicación del cementerio si se trata de pueblos marinos las tumbas miran al mar, si se trata de los pueblos de interior las tumbas miran unas a los prados y otras a los orreos. Las tumbas de la montaña siempre miran unas hacia arriba y otras hacia el valle, ya es cuestión de entender si los herederos querian que su pariente siguiera recordando el temor a la montaña o a la bonaza del valle. En la foto de abajo se puede ver las pocas tumbas que aun quedan, pero fijaros que las han situado en el rincon desde el que pueden ver el Cabezo de Guara.
La ruta sigue por la orilla derecha del río (recordemos que la izquierda o derecha de un rio se mide en el sentido que corre el agua). A poco mas de un kilometro nos encontraremos con una casa junto al río que es el antiguo Molino. Si quieres hacer la ruta que pasa primero por el pueblo de Miz tienes que atravesar el rio poco antes del Molino. Es facil ver donde porque hay una pista que atraviesa dicho río.
Molino de Bara. Desvio hacia Miz |
Luego hasta Miz solo hay que seguir la senda. A unos cuatro kilometros de este desvio está el pueblo. Si no te paras a coger setas como nosotros hicimos (talento el justo) llegarás en una hora. Pero si quieres hacer solo la ruta circular Bibán-Binueste, sigue por la senda que va por la orilla izquierda del rio, y pasa junto al Molino. Y a 1 kilometro mas o menos ya está indicado el desvio. No tiene perdida. Es decir no tienes que atravesar el rio por la pista que hay unos metros antes de llegar al molino sino seguir hacia adelante.
Como digo nosotros fuimos primero a Miz, y no me arrepiento. Son pocas casas pero en su día debió ser un pueblo con posibilidades
Calle unica de Miz, ya no se escuchan las mulas pasar |
Ruina interior |
Ruina exterior |
mil años arruinados |
Pocas bodas, algunos bautizos, pero seguro que unos cuantos funerales hubo aqui dentro |
El tesoro de la casa abandonado. El hogar hundido, el puchero oxidado, y el orinal olvidado |
A pesar de lo importante que era el aceite en estos pueblos, no solo para comer sino también para iluminarse no vimos muchos olivos por la zona. Ello nos llevo a pensar que traían el aceite del valle. Pero estas dos piedras que vimos en la calle nos sacó del error, eran las piedras del molino de aceite (almazara). Cuantos años moliendo para la gente del valle.
De Miz a Bibán
Según los carteles cuesta 1 hora y 45 minutos, pero a nosotros a paso mas o menos ligero nos costó solo 1 hora. No tiene perdida está muy bien indicado.
Las cosas hay que tomarselas con Calma |
En esta foto se puede ver que el suelo tenia baldosa, cosa de ricos |
Esos peines de hierro son los que van en los trillos | (alguien se habrá llevado la madera y ha dejado esto) |